El e-business es la fusión de procesos de negocio, aplicaciones empresariales y estructura organizacional necesario para crear un modelo de negocio de alto rendimiento. Por tanto, es un paradigma en la gestión empresarial.
Dentro del e-business, el comercio electrónico, consiste, fundamentalmente, en la realización de las transacciones o contactos que se producen entre empresas (B2B), o entre empresas y consumidores (B2C).
En estas grandes categorías, tienen cabida diferentes modelos de negocio, entendiendo como modelos de negocio, el modo en que se realiza una actividad empresarial, por el cual, la organización obtiene un beneficio situándose en uno u otro punto de la cadena de valor.
El e-business no es solo la transacción a través de dispositivos electrónicos, sino que incluye conceptos como “e-marketing”, relaciones con proveedores, gestión de empleados, clientes… Implicando una mejora en los resultados empresariales gracias a la aplicación de nuevas tecnologías de la información y de la comunicación.
Uno de los gurús de la gestión empresarial de finales del siglo XX, y de principios del XXI.
Tom Peters, conocido por su obra “En Busca de la Excelencia”, escribió un libro dedicado a Internet titulado “La Inevitable Revolución de Internet. Estamos en el mundo Web”.
Si un autor como Peters, dedica una obra exclusiva a tratar el tema, está claro que nos encontramos ante algo realmente relevante, mucho más que una moda pasajera.
A finales del milenio pasado, el NASDAQ, la bolsa de valores electrónica más importante del mundo, se encontraba en su tope, y las principales empresas tecnológicas marcaban máximos históricos en la cotización de sus acciones, parece que actualmente vivimos una época más tranquila y, por tanto, de consolidación de todo lo que está detrás del comercio electrónico y el e-business.
Tom Peters consciente de este cambio radical en las perspectivas y las actitudes empresariales, añade una clara indicación sobre la caída, es decir, sobre el crash posterior al boom de las empresas que se llamaron puntocom.
Uno de los ejemplos que a Tom Peters le gusta más utilizar en su libro es el de la empresaCisco Systems, más conocida simplemente como Cisco. Es muy probable que los equipos electrónicos que te permiten conectarte a Internet en estos momentos, hayan sido fabricados por esta marca.
Cisco es uno de los grandes ejemplos de empresa virtual, es decir, de compañía cuyos intangibles tienen mucho más valor que sus recursos físicos. Cisco también es un gran ejemplo de compañía virtual porque:
- A pesar de ser reconocido como un gran fabricante mundial, de las 50 factorías alrededor del mundo que producen componentes y sistemas con la marca Cisco, solo dos de ellas son propiedad de la empresa. El resto, están controladas mediante un complejo sistema de e-business que les permite obtener los mismos niveles de calidad sin necesidad de ser propietarios de las industrias.
- El 50% de sus pedidos son enviados directamente a los proveedores sin que intermedie un ser humano en el proceso.
- El realizar los negocios de este modo, gracias a la Web, les ha permitido ahorrar más de 500 millones de dólares.
Otro ejemplo de compañía que todos conocemos, y que en los últimos años ha modificado dramáticamente el modo en que realiza negocios gracias al e-business, es IBM.
Hasta hace no mucho era reconocida como el mayor fabricante de PCs del mundo. Hoy en día,IBM realiza cada año literalmente cientos de millones de transacciones online, lo que le ha permitido ahorrar mil millones de dólares.
En total, mediante sistemas de e-business, IBM controla en todo el mundo a nada menos que 18.000 proveedores, desde empresas de alimentación que sirven los catering de IBM, hasta fabricantes de alta tecnología militar o sanitaria, que suman 50.000 millones de dólares en transacciones, con los ahorros de costes y tiempos que ello implica y, lo que es más importante, con la mejor atención, satisfacción y fidelización de sus clientes.
Por ejemplo, en lo que atención al cliente se refiere, los conocidos call-center, esos centros donde docenas de teleoperadores atienden las solicitudes, incidencias o reclamaciones de los clientes, cuando cualquiera de nosotros llamamos para ordenar una transferencia en el banco o para dar de baja la línea ADSL, son mucho más eficientes gracias al e-business.
General Electric estima que cada cliente que atiende por teléfono le cuesta unos 5 dólares, mientras que ese mismo cliente, atendido a través de la web, solo cuesta unos pocos céntimos y, lo que es mejor, el cliente no tiene que esperar hasta que un operador quede libre para poder atender su llamada, ni nadie tiene que pagar el coste de la conexión telefónica, porque no existe.
“El problema” es que la simplificación de tareas gracias a la Web y el e-business, provoca también que las compañías puedan prescindir en muchas situaciones de un número importante de empleados.
Autor: Miguel Ángel Aguado Pérez
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